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sábado, 5 de enero de 2013

VÍSPERA DE REYES...

...Víspera de Reyes. Siempre he pensado que lo mágico de este día es su víspera.
El día de Reyes (cuando yo era una niña) era un día de deseos conseguidos, o de grandes decepciones...Que los Reyes Magos no te trajeran lo que habías pedido, significaba que deberías esperar otro año completo, con todos sus días, semanas, y meses, para ver si finalmente acabarías teniendo aquello que tanto anhelabas. En la víspera todo eran expectativas...me traerán los "Reyes", todo eso que tanto quiero? Esa era la pregunta constante que rondaba por tu mente con insistencia...Imaginabas...imaginabas que aquella muñeca, por fin seria tuya, que aquella libreta con doscientas hojas, donde podrías escribir y/o dibujar, (contando que deberían durar todo el año, porque hasta el próximo día de Reyes, no volverían a regalarte tan preciado tesoro) Seria la nueva inquilina de tu cartera del "cole" o aquellos bellos lapices de colores, en su caja de metal, los cuales mirabas y remirabas en el escaparate de la tienda de material escolar, cada tarde al salir del colegio, y de camino a casa.
No exagero, por entonces (hago referencia a finales de los años 60's principio de los 70's) el poder adquisitivo de la mayoría de personas del entorno de mi familia, y vecinos, era humilde. No había para mucho mas que para cubrir las necesidades básicas, un techo donde cobijarse, alimentos, y ropa para cubrirse....Pero volvamos a la mágica noche de Reyes....venia precedida por una cabalgata.
Sus majestades los Reyes Magos de Oriente, llegaban al puerto de Barcelona, en un barco especial que botaban para ellos, y los niños, los esperábamos pacientemente, en la aceras de las calles de la ciudad, (con un frío que "pelaba") por donde ellos pasarían con unas impresionantes carrozas, durante un intervalo de tres o cuatro horas, que es lo que duraba el recorrido, para después retirarse y empezar a dejar por las casas, los regalos, los que nosotros, inocentes criaturas habíamos pedido, plasmándolo en unas cartas, que durante la cabalgata, entregábamos en mano, a los pajes de esas mágicas majestades. También recuerdo, el dejar en el balcón de casa, agua y pan duro para los pobres camellos, supongo que necesitaban reponer fuerzas, ya que estarían toda la noche repartiendo regalos sin parar...Junto al agua y el pan, yo también dejaba mis zapatillas de "estar por casa" para ver, si al levantarme a la mañana siguiente (yo creo que siempre fue al amanecer) encontraría algo de lo que había pedido. Eso aparte de hacerme sentir feliz, me daría una orientación de como había sido mi comportamiento durante el año que acababa de finalizar...
Y hoy al escribir esto y recordar estos detalles, me pregunto...Y este año, me he "portado" bien...?




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