QUERIDOS REYES MAGOS...

...Hace ya cinco décadas, mis cartas a vosotros mis majestades comenzaban si no lo recuerdo mal, con un: "Queridos reyes magos, soy una niña..." Bien ya no soy una niña (bueno en ocasiones me sale una irremediable vena infantil, pero eso es otra cosa) pero sí, continuo siendo una de esas personas que piensa que nuestras vidas ya están diseñadas magistralmente por arquitectos universales desde el mismo momento de nuestra concepción en el útero materno.
De niña, año tras año, no entendía que fuese lo que fuese lo que os pidiera, vosotros siempre me traíais otras cosas...(creo que eso nos pasaba a la mayoría de todos nosotros) en alguna ocasión puede que alguna de las que deseaba...pero no lo recuerdo con claridad, de todas maneras la sensación es que  no, que siempre me dejabais (al lado de los zapatos, y del cuenco de agua que dejaba para saciar la sed de vuestros camellos) lo que os daba la gana!
A lo largo de estos cincuenta años, he ido observando que la vida, es como la noche de Reyes...
Tu esperas cosas en tu vida, pero ella te va dando lo que quiere, o lo que realmente te tiene que dar debido a ese brillante plan preconcebido de como debe ser tu vida, para que tu llegues a ser quien realmente debes ser...
Lo que si recuerdo, es que aunque me hacían ilusión los regalos que me dejaban sus majestades de Oriente, existía un punto de frustración, de decepción...eso también pasa en ocasiones con mis "día a día"...
Por lo tanto, creyendo en lo que creo, y reflexionando sobre el tema, lo mejor será seguir escribiendo mis cartas a S.S.M.M los Reyes Magos de Oriente (porque también sigo creyendo en la magia, y ellos son magos) por lo que deseo, pero sin perder de vista la realidad de que solo el Sr. Destino me traerá lo que me tenga que traer...

"Queridos Reyes Magos soy una mujer, creo que este año me he portado bien, por lo tanto me encantaría que me trajerais..."