...Una ausencia? Una caricia sin respuesta? Un beso sin querer? Un querer Amar, sin tener a quien entregar ese Amor?
No, el alma puede llegar a desangrarse, si no nos queremos a nosotros mismos antes qué, a nada ni a nadie.
El alma somos nosotros mismos, algunos la llamarán ego, otros energía, pero la llamemos como la llamemos, "eso" somos nosotros, lo que no se ve, lo interno, lo que hace que nuestras emociones se muevan, lo que nos hace llorar, lo que nos hace sonreír, lo que nos hace cada día intentar ser mejores, o cuando "eso" esta ya desangrado seamos peores.
A mi me apetece llamarla Alma, me gusta como suenan esas cuatro letras juntas.
Hablando de ella diré, que és quien le da color al corazón, ese órgano que tanto sufre cuando amas sin ser correspondido, el color rojo del que disfruta le viene dado (los científicos, dirían que del riego de sangre, al que esta sometido constantemente) yo prefiero pensar que es nuestro propio interior quien le da ese color.
Cuando hemos sido victimas de un gran dolor, sea de la índole que sea, el corazón duele, duele físicamente, ¿Jamas lo habéis notado? ¿Por qué cuando algo emotivo nos hace sufrir, no, nos duelen los pulmones, las piernas? Muy fácil porque el corazón es el único órgano humano que "siente" por él mismo, a través del Alma-
El Alma es el emisor, y el corazón el receptor! Estoy cansada de oír, que todo esta en el cerebro, con sus conexiones nerviosas, sus neuronas, y toda la gama de "departamento" que todos tenemos en la cabeza.
Somos seres especiales, cuando nos daremos cuenta de nuestro potencial?
Hay un anuncio en televisión rodado en un centro de enfermos mentales de Buenos Aires, donde sale un enfermo de ese mismo centro, y con una ternura que pocas veces he visto en un ser humano "normal" dice:
EL SER HUMANO ES EXTRAORDINARIO. Y lo dice de verdad, sus ojos no mienten.
Habla su razón? Su bienestar mental? No, porque por desgracia no la tiene, habla su Alma a través de sus cuerdas vocales....
Por lo tanto, cuidemos nuestra Alma, amemosla, y jamás se desangrará!!!
Con lo cual su reflejo, seguirá llegando a nuestro corazón....
Si el corazón pensara dejaría de latir.
ResponderEliminarALBERTO MÉNDEZ - Los girasoles ciegos.